Intentaba detener el presente, que fluía como una sinfonía de jazz y las caricias del platillo al baterista y este instante, pretendía ser sustutuído por una guerra de egos que se querían enfrentar. Allí estabas tú, al lado de mí y Carmen paz contaba pequeñas historietas. No, no iba a dejar que tus palabras intentaran apropiarse de aquél momento, no lo permitiría por nada del mun do; el tiempo pasa tan rápido que realmente deja de existir, se hace efímero y todo lo que ocurra en esa vida, en cada instante, hará de mí esa persona que llevo un tiempo cultivando, mal / o bien, pero es así y así es también la misión de la vida mía ahora, conocerme yo, contigo o sin tí, pero estoy aquí, intentando desicfrar el "qué de mí", que si quisieras podrías acompañar en el andar. Si no quieres bien también y amigos seremos hasta que la memoria ya no tenga rincones para guardar nuestras fotografías de lindos momentos de alguna vez el presente es como és y con eso no podemos luchar. Entonces dije, vivámoslo así no más y tú dijiste: Yo no quiero más.

Daniel.