Las más pulenta del mes

lunes, 20 de julio de 2009

La amistad


¿Cómo reconocer a un amigo? afortunadamente mientras no cumplía los estándares esperados de un niño a medida que iba creciendo, como obtener buenas notas o portarme bien en la escuela o no responderle a los "Mayores" Ja!, me dedicaba minuciosamente a cultivar amistades (aparte de hacer absolutamente lo contrario de lo solicitado por la "autoridad" je.) Nunca de manera consciente, tanto mejor, buscaba y buscaba y conseguía amigos en todas partes. Fue tanto así, que cuando determinaba que mi cuota de amigos estaba resuelta por cada colegio en que estaba, continuaba la tarea en otro establecimiento. Y así fue que hoy en día, si observo desde fuera e incluso desde adentro, puedo decir que tengo grandes amigos. Ellos son de los buenos, de esos que se pegan un pique de 1.200 km para venir a verme un fin de semana. Y hasta ayer estaba con Tommy y Lobel en mi casa acá en Puerto Montt. Y fue simplemente llenadora la experiencia de estar con ellos un fin de semana completo, aunque se hizo poco, los amigos son de esas pocas personas que conoces en la vida con quienes puedes pasar largos días, semanas, meses, años viendote periodicamente, siempre innovando, pues la vida se construye con ellos, es decir, cuando tienes amigos, es que decides que hay algunas personas que has conocido a quienes invitas y recíprocamente te invitan a construir la vida juntos, a caminar por una carretera infinita y decidir cómo será la curva que viene más adelante. Miro hacia el pasado y me doy cuenta de que realmente soy quien soy gracias a ellos, a ustedes, mis queridos hermanos, hemos construido nuestras maneras de ser y ver y sentir, en conjunto. Ahora sé también porqué nací hijo único ( a pesar de que tengo dos hermanas por parte de mi padre a quienes adoro igualmente), porque tenía que guardar todas las ganas de compartir con un hermano en el futuro. Eso es, un amigo es un hermano.

La amistad es una sociedad, un pacto de hermandad basada en el amor. El amor será el acto en que uno prefiere el bienestar del hermano por sobre cualquier cosa, incluso el bienestar propio. Y es así, ante cualquier situación, prefiero que mi amigo encuentre la plenitud y yo así encontraré la mía en la suya.


Gracias por venir.


Un abrazo desde cerca, muy cerca.


Daniel.

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