Ya las cletas no daban mucho. La parrilla del Daniel estaba hecha mierda, nos percatamos en Futa, creímos arreglarla pero las pelotas el arreglo!.. la cleta del chala ya acusaba una antigua fisura un tanto "relevante" pero andaba igual. La cosa es que el camino era de ripio y era muy duro pa las bicis. Decidimos darle igual, queríamos llegar a Chaitén y debíamos andar 150 km en total para llegar. Todo en una noche para alcanzar el ferry semanal que cruza a Quellón.
Entremedio tuvimos que tomar una decisión: LLegar a Chaitén sin pedalear, o pedalear y quizás no llegar. Como el ferry era semanal (de ferry no tenía nada, era como un crucero del 80 kajaja, un desecho griego muy bonito, igual que el precio ajaj), decidimos arrendar un flete que por 35 lucas nos llevaba con cletas a Chaitén. Así fue.
Fotos.
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