Hay algo que te quiero decir.

Foto: Ruben Brulat

Vienes nadando directo hacia mis brazos, mis abrazos, mis condenas.
Vienes a cambiar el mundo, renovada con la fuerza de una niña que sabe de donde proviene, ella sabe la fuerza que tiene.
Hay alegría en este viaje. Siento tu olor en el ambiente. Vienes cargada de aroma y hueles como el amor. Creo que es ese el olor que siento.
Vienes desnuda porque así debe ser, porque después nosotros, que ya estábamos acá para cuando tú llegabas, querremos que formes parte de esta especie, que te parezcas con tus costumbres, con tus maneras de ser, con la ropa de colores de niñita y los zapatitos pequeñitos para que no toques el suelito. Creo que llegarás y te sacarás los zapatos. O al menos intentarás, indefensa que no te los pongamos. Eso hubiera hecho yo siendo niño creo.
Vas a llegar directo al sur, no tendrás que darte cuenta después que la vida era mejor acá. Podrás después decidir, si quieres, conocer las ciudades y otros monstruos que el construímos los seres humanos para que creamos que esa es nuestra naturaleza, gris, de metal, de vidiro y de plástico. Es mentira, ya lo verás.
Podrás también aprender el lenguaje. Para que vayas sabiendo es un lenguaje negro y unilateral en relación a toda la otra gran parte de la naturaleza; sí, nosotros los humanos somos sólo una parte chiquita y somos tan engreídos que queremos sentir que es al revés. En el lenguaje comenzó todo el problema. Decidimos que necesitabamos comunicarnos de manera más fluída y construímos un sistema comunicacional en que a veces nos entendemos. Creemos ser una especie pero en verdad sólo somos individuos y más encima somos huérfanos de madres, todos, puesto que a la gran madre la renegamos y la miramos como una linda postal que nos muestra un paisaje que a veces nos atrevemos a tocar.

Pero te propongo algo. ¿Cambiemos el mundo? ¿Me dejas ayudarte?. Aquí estaré esperandote. Para cuando quieras llegar, abrir las compuertas y salir a mirar lo que aquí hay. Perdon por lo mal, eso es lo que tendremos que cambiar.

Ahora tengo que ingeniarme la manera de que entiendas todo esto antes de que empieces a hablar.