Y a la mañana siguiente nos levantamos temprano para encontrar definitivamente a Thomas y Johannes. Comimos unos panes en un negocito por ahí y a pedalear se ha dicho. Ripio, ripio y ripio... llegamos a la entrada del Parque y el tanguero (guardaparques) nos aforrò 30 mangos a cada uno por solo ser extranjeros... Gastamos ese día en entrar lo mismo que en parar un asado en casa de Jose en Bariloche ... (y un poco más)... Bueno, asì es que dijimos, esperemos a estos cabros antes de pagar... de ultima entrabamos de noche y no pagamos ajjaja... Nos quedamos en el camping esperando y dejamos mensaje de que los bajaran si es que llegaban. Las opciones a estas alturas eran:
1. Siguieron el camino cuando empezaba el ripio y se fueron a Esquel por pavimento
2. Se los comió el monstruo del lago nes
3. Efectivamente estaban más atrá y los habíamos pasado.
Esperamos sólo por agotar las opciones...
Y llegaron!.
Fotos.
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