Son las almendras color caramelo,
los abrazos,
la energía que fluye a través de ellos.
Los besos también
y hacer el amor porsupuesto, ese enredo de sábanas que extrañamente me gusta ver tan desordenadas y aún poder entrar en la cama y taparnos;
estar acostados tapados por completo, en oscuro, como cuando más niños, cuando hacía frío o quería hablar por teléfono escondido.
Las manos parecidas
y los gustos
y los inevitables "yo también" al unísono o al pensarlos de igual manera en el mismo momento. Tus manos en mi cuerpo,
el abrazo nuevamente
y los besos también
y simplemente tú y yo
ahí en ese instante.
Y todas las cosas que ocurrieron entremedio. Tantas y tan pocas.
D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartamos pensamientos, experiencias, visiones.