Así como me vine. Abrí la maleta, la llené de las cosas que veía cerca, también de las que se iban metiendo en mi mente, lo que me parecía más útil para volver a la ciudad. Me llené de cargadores, cables, algunas zapatillas, poleras y camisas también. Además, yo me había dedicado juntar ropa de sur, más gruesa tenía las tres capas para capear el frío. Eso no me servirá al menos hasta el próximo invierno. Entonces, no eran tantas las cosasa que podía usar acá en el norte, tampoco. Así mismo fue como me vine ahora, fui de paso al sur, a ver a la gente querida, a ver a Florencia que está más linda y simpática que nunca. Y pucha que es lindo saber, reconocer a todos ustedes, a los de acá y los de allá también. Gente linda, gente a la que quiero mucho y que mucho me quiere también. Fue un fin de semana de aquellos, llenos de amor y buenos momentos.
No me queda más que decir, gracias a la vida.