Sol, siempre es el primero, quien levanta almas calma y entrega su energía abasteciendo a los mares de seres que vivimos en este lugar. Si hubiera un rey, sería el sol; si me hicieran elegir un dios, lo elegiría a él. Mas sin el complemento perfecto, esa mujer que alimenta los sueños, que a veces preferimos convertir a la realidad y salir a vivirlos; sin la luna no hay vida en las noches, ni tampoco mañana. Sus egos no existen, ellos sólo quieren proporcionarnos luz, iluminar el sendero de piedras que señala las direcciones y el camino que ya anduvo el hombre milenario, ese personaje sabio y puro, sincero y sencillo que sólo quisiera saber estar vivo, su vida gira en torno a una recolección de conocimientos sobre los códigos que tiene nuestro planeta, saber reconocerles y descifrarles para encontrar la paz y vivir en comunidad con nuestra gran madre naturaleza. Ese hombre extinto, exterminado por su hermano, en manos de uno igual, en nombre de la intangible, la feróz mordida del gran león que nos pretende dominar: El señor ego.
Daniel.
Daniel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartamos pensamientos, experiencias, visiones.