Las más pulenta del mes

jueves, 28 de mayo de 2009


Ocurren cosas o no ocurre nada, que es, desde su naturaleza de la inocurrencia, algo que ocurre igual: "Lo que no ocurre" y es que en medio de la inocurrencia, algo ha cambiado en mí. Hojas de árboles de nostalgia, gotas musicales pertenecientes al pasado, los recuerdos que significan estas canciones en la memoriaa y algo ha pasado. Detecto un movimiento, no puedo definirlo, es sólo eso; algo que no ocurre y por eso se evidencia su ocurrir.

Algo ha cambiado.


Daniel.

El aroma ineludible de un café me recuerdan necesariamente la voz de Manuel y la espuma en que quedaron las palabras que no alcanzó a decirle a quien le escribía una carta.

Junto con eso se adueña por completo de mí, de mis memorias y la nostalgia que conllevan. Y estoy entonces como metido en una nube, suspendido en el tiempo y la circunstacia, absolutamente fuera de contexto, entregado a este cuaderno y su lápiz, que junto con mi alma, hacen de ellos mismos la verdadera tríada, la única que conozco, la mezcla perfecta. A pesar de todo, no puedo dejar de saber que he de volver a aquél lugar, enfrente de donde me encuentro ahora y he vuelto entonces a la realidad tangible, esa que exige los pies plantados al suelo.

Mas yo me quedaría volando, divagando entre sueños y memorias, entre palabras que acarician sentimientos desvalidos que quedaban dentro mío. No sé. Nunca sé.


Daniel.

Sol, siempre es el primero, quien levanta almas calma y entrega su energía abasteciendo a los mares de seres que vivimos en este lugar. Si hubiera un rey, sería el sol; si me hicieran elegir un dios, lo elegiría a él. Mas sin el complemento perfecto, esa mujer que alimenta los sueños, que a veces preferimos convertir a la realidad y salir a vivirlos; sin la luna no hay vida en las noches, ni tampoco mañana. Sus egos no existen, ellos sólo quieren proporcionarnos luz, iluminar el sendero de piedras que señala las direcciones y el camino que ya anduvo el hombre milenario, ese personaje sabio y puro, sincero y sencillo que sólo quisiera saber estar vivo, su vida gira en torno a una recolección de conocimientos sobre los códigos que tiene nuestro planeta, saber reconocerles y descifrarles para encontrar la paz y vivir en comunidad con nuestra gran madre naturaleza. Ese hombre extinto, exterminado por su hermano, en manos de uno igual, en nombre de la intangible, la feróz mordida del gran león que nos pretende dominar: El señor ego.

Daniel.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Ondulado

Si
Pudiera
vivir
ondulado
sería
Recorriendo
un
camino
sinuoso
en
la
isla
grande
de
Chiloé

Daniel.
Sur

lunes, 18 de mayo de 2009

mi cuarto


Si juntamos los fines de semana

2 x 4 = 8
8 x 10= 80

365
-
80
------
285 Días no libres (Menos las vacaciones)

Madre

A tí, que hiciste posible este momento y todos los que pueda recordar y los que ya no existen en mi memoria también,que han hecho de mis sonrisas y llantos, las arrugas de las emociones, las razones de la vida. A tí que realmente serás la única que siempre estará,porque estuviste desde antes del primer momento y tu felicidad se construye con la mìa, tú que me enseñaste a amar sin saber decir basta, porque el amor no tiene final, el amor siempre está. Tu fuiste, tú eres y tú siempre serás la gran culpable de mi felicidad.

Gracias Madre.

jueves, 14 de mayo de 2009

Osos roncadores.

Podría dejarme inmóvil, haberme quedado acurrurcado en posición fetal entre las sábanos, tres frazadas, un plumón y una manta verde que simboliza la lana en sus hilos delgados. El frío en esta mañana era para pensar que hoy era domingo y no tenía que salir a trabajar. ¿Porqué no acordamos que los días de la semana se reordenen en función de las condiciones climáticas y las ganas que tengamos todos cada día de salir y hacer lo que queremos hacer? ¿Y si juntamos todos los domingos y lunes y nos vamos de vacaciones? o porqué no a hibernar?, ¿Y si fueramos osos roncadores?
¿porqué no?

Somos dueños de la realidad.

martes, 12 de mayo de 2009

No sé.

De pronto pienso mientras te miro, en si debiera o no escribir tus memorias, me pregunto si esa es la misión más importante de un hijo en la vida. Veo cómo actúas, sé lo que piensas, sé que te preguntas ¿Qué tengo que ver yo con él?-refiriendote a mi-, sé que te guardas eso que piensas, que no me lo dices porque no sabes hablarme y ultimamente no sé yo hablarte a tí tampoco; a pesar de que antes supe. Es que no sé mi norte, lo construyo y tú cuando hablas, esperas como respuesta definiciones, palabras seguras y ciertas y no las tengo, no ahora, ya no me quedan verdadees porque dejé de creer en mi propia realidad y comencé a reconstruirla, a veces me olvido que entre algunas otras cosas vine para este lugar a estar contigo, que no te dejé cumplir con tu parte y que tú no supiste abrir la puerta y compartir conmigo tu lugar. No sé.

Daniel.
11 de mayo.

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