El sur es definitivamente uno de los contextos en los que quiero y necesito vivir, pero no quiero dejar de lado la otra parte del Ying Yang, llamémosle a esta, la mitad de tono negro, es la que asimilo con las experiencias vividas en el contexto de ciudad, ese ritmo de vida más apurado y en donde muchas veces el norte parece perderse en el horizonte y encontrarse en cualquiera de los puntos cardinales. Cómo congeniar un Ying Yang para la vida? cómo establecer una forma que permita las dos partes para completar el ciclo rumbo a la perfección?
Ese es el dilema.