Si miro hacia atrás, sonrío. Si recuerdo el viento que sentíamos en Rosaura, soy muy felíz; el agua helada que no me percaté que así fuera; la cueva inmensa que ví desde lejos, como entrabas, imaginaba tu cara de felicidad, siempre te han emocionado esas cosas.
En el sur me cambia la mirada, automáticamente entro en un contexto al que reacciono con alegría, calma, tranquilidad, creo que entro en un estado de paz. Y entonces me pregunto nuevamente, ¿qué gatilló mi venida rauda de vuelta a casa, con la máquina ciudadana y la muchedumbre incluída? Empiezo a saberlo. Y el regreso viene a mi mente, a mi alma también.
Son decisiones de vida, el camino de la vida se inscribe con tan sólo soñar el mañana, pero en el instante, sin pensar que mañana existiera, ya hemos hablado de eso.
Ahora el sur está en mí, vive en mí y yo vivo acá.
Sin-sentido o Muy-sentido. Viaje por chiloé, pasé por Calen, Puñihuil, Playa Rosaura, Ancud, Cahmiza y Panitao. Con los mejores compañeros de viaje.
D.