Desde aquí me despido de tí.
El horizonte no existe en tí,
la montaña más lejana es imposible
entremedio de tus polvos
tóxicos culpa de otros y de mí.
La sombra no es sombra aquí,
es el reflejo de enormes bestias de hormigón emplazadas
en nombre de una metrópolis que no quisiste ser.
Eras un refugio protegido por cordilleras y montañas
y bosques y ríos.
Hoy eres cuna de la destrucción
inminente que se acerca
anunciando un nuevo comienzo.
Me marcho a preparar mi alma
para volver a empezar.
Daniel.
19.12.08
suerte bro,,cuidate.
ResponderEliminarun abrazo¡¡¡